YOU SHUT YOUR MOUTH

YOU SHUT YOUR MOUTH
HOW CAN YOU SAY
I GO ABOUT THINGS THE WRONG WAY?
I AM HUMAN AND I NEED TO BE LOVED
JUST LIKE EVERYBODY ELSE DOES

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why does it feel like every single smiths song is subtly about catching aids?

Jóvenes, vosotros estáis en condiciones de entusiasmares con ese programa. Pero para poder realizarlo necesitáis recurrir ala oración, acudir con humildad, confianza y sinceridad al sacramento de la reconciliación y participar con fervor en la Eucaristía.

Necesitáis también mirar ala Santísima Virgen, a quien la tradición de la Iglesia ha llamado siempre bienaventurada. Que María sea vuestra Madre. Procurad descubrir, a través de la meditación frecuente, la fidelidad con que Ella vivió el espíritu de las bienaventuranzas. Que Santa María os guíe siempre por el camino de la verdad, del bien, del amor y de la generosidad.

No es éste el momento para indecisiones, ausencias o faltas de compromiso. Es la hora de los audaces, de los que tienen esperanza, de los que aspiran a vivir en plenitud el Evangelio y de los que quieren realizarlo en el mundo actual y en la historia que se avecina.

A ejemplo de la joven Santa Rosa de Lima, empeñad vuestras energías en construir un Perú donde brille la santidad, donde se plasmen las bienaventuranzas del reino.

Construid un Perú más fraterno y reconciliado.

Construid un Perú mucho más justo.

Construid un Perú sin violencia, siempre anticristiana.

Construid un Perú donde reinen la honestidad, la verdad, la paz.

Construid un Perú más humano, donde el misterio de cada hombre se viva ala luz del misterio de Dios.

Especialmente este Año de la Juventud, construid un Perú donde resuenen, hechas ánimo y esperanza, las palabras del Apóstol: «Os saludo, jóvenes, que sois fuertes, que el mensaje de Dios está en vosotros y que habéis vencido al maligno» (1 Io. 2, 14). Vuestra victoria no será la de las armas, sino la del espíritu de las bienaventuranzas, hechas vida propia y proclamadas al mundo.

IN MY LIFE
WHY DO I GIVE VALUABLE TIME
TO PEOPLE WHO DON'T CARE IF I
LIVE OR DIEEEEEEEEEEEE?

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Consagración de la juventud peruana a la Santísima Virgen

María, Madre de Jesús y Madre nuestra, hoy la juventud peruana reunida junto al Vicario de Cristo, para proclamar su fe, su incondicional entrega a Jesucristo y su disponibilidad para construir un mundo más justo, más fraterno y más cristiano, quiere consagrarse a Ti.

Conscientes de nuestra debilidad, nos acercamos con la confianza del hijo que busca la protección de su Madre. Ponemos en tus manos nuestros anhelos, nuestras inquietudes, nuestras esperanzas. Queremos construir un mundo mejor, donde reine el amor, la justicia y la paz. Te ofrecemos todas nuestras fuerzas jóvenes con la decisión de seguir la enseñanza de Cristo, no buscando ser servidos sino servir, servir a nuestros hermanos, y cuanto más necesitados, más. Servir a la Iglesia, sacramento universal dé salvación, servir al Perú, nuestra patria, para que tu Hijo, Jesús, sea amado y acogido por los jóvenes.

Te ofrecemos nuestros años de juventud para que, bendecidos con tu amor maternal, seamos capaces de cumplir nuestro deber por encima de todo provecho propio.

Intercede en nuestro favor, a fin de que en este período de nuestra existencia penetremos y asimilemos el mensaje que Cristo trajo al mundo, sin paliarlo ni tergiversarlo, sino aceptándolo en toda su plenitud y exigencia. Consíguenos la nobleza de reconocer nuestras fallas y debilidades, y la fuerza de convertirnos constantemente a Cristo Salvador.

Alcánzanos la gracia de que nuestra vida no sea vacía, sino que logre ser, en el estado de vida que Dios quiera para cada uno de nosotros, un testimonio vivo, un aliciente para que los hombres se acerquen y encuentren la acción transformadora de Dios. María, Madre de la Iglesia y Madre nuestra, acepta nuestra ofrenda y acompáñanos en nuestro caminar por el mundo. Amén.

Padre nuestro,
que estás en el cielo.
Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.
Amén.

>Charmed used some gay gothic version of this song and not the original

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Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Seńor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo;
nació de Santa María Virgen;
padeció bajo el poder de Poncio Pilato;
fue crucificado, muerto y sepultado;
descendió a los infiernos;
al tercer día resucitó de entre los muertos;
subió a los cielos y está a la diestra de Dios Padre;
desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica,
la comumión de los Santos en el perdon de los pecados
la resurrección de los muertos y la vida eterna.
Amén.

Ángel de la Guarda,
dulce compañía,
No me desampares,
ni de noche ni de día,
hasta que descanse
en los brazos de
Jesús, José y María.

Otra versión:

Ángel de mi Guarda,
dulce compañía,
No me desampares,
ni de noche ni de día,
si me dejas solo(a),
qué será de mí,
angelito mío,
ruega a Dios por mí.

"Ángel del Señor,
que por orden de su piadosa providencia eres mi guardián,
custódiame en este día (o en esta noche)
ilumina mi entendimiento,
dirige mis afectos,
gobierna mis sentimientos,
para que jamás ofenda a Dios.
Amen. "

"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y las asechanzas del enemigo. Reprímelo Dios, Te pedimos humildemente, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno a Satanás y a otros espíritus malignos, que andan por el mundo para la perdición de las almas. Amen." (León XIII).

Venid en auxilio de los hombres que Dios ha hecho a su imagen y semejanza, y que ha sido rescatado a tan alto precio de la tiranía del demonio. Sois vos a quien venera la Iglesia como su guardián y protector, a vos ha confiado el Señor las almas redimidas para introducirlas al Cielo. Rogad al Dios de la paz que aplaste a Satanás bajo nuestros pies a fin de despojarle de todo poder y de perjudicar a la Iglesia. Presenta al Altísimo nuestras oraciones para pedir misericordia y vencer a la antigua serpiente para que no pueda seducir a las naciones.

EXORCISMO:

En el nombre de Jesucristo nuestro Dios y Señor, con la intercesión de la Virgen María, de San Miguel, San Pedro y San Pablo y todos los santos, nos proponemos rechazar los ataques del demonio

Salmo 67 (se rezará de pié)

1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah

2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,
En todas las naciones tu salvación.

3 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

4 Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

5 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

6 La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

7 Bendíganos Dios,
Y témanlo todos los términos de la tierra.

Huyan de su presencia los que aborrecen a Dios; desvanézcanse como el humo, como la cera se derrite al fuego, así perezcan los pecadores a la vista de Dios. Ved aquí la Cruz del Señor; huid potestades enemigas. León de la tribu de Judá, el vástago de David ha vencido. Tu misericordia, Señor, es con nosotros conforme a la esperanza que en ti tenemos.

Te exorcizamos Espíritu Inmundo, quienquiera que seas, potencia satánica, legión, reunión o secta diabólica. En el nombre de Jesucristo seas arrojado de la Iglesia de Dios, de las almas rescatadas con su Sangre preciosa. No te atreverás a sacudir y cribar como al trigo a los elegidos de Dios + , te lo manda el Dios altísimo + a quien, en tu grande orgullo, pretendes hacerte semejante. Él, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim 2,4). Te lo manda Dios Padre + , te lo manda Dios Hijo +, te lo manda Dios Espíritu Santo + , te lo manda Cristo, el Verbo eterno de Dios que se hizo carne + , el cual para salvarnos se humilló y se hizo obediente hasta la muerte; ha establecido la Iglesia sobre una piedra sólida y ha prometido que las puertas del infierno no prevalecerán jamás sobre ella. Te lo manda la señal de la Cruz + , y la virtud de los misterios de la fe + . Te lo manda la poderosa Madre de Dios + , la cual aplastó por su humildad tu cabeza. Te lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de los Santos y Santas.

Dragón maldito y toda la legión diabólica, te conjuramos por el Dios vivo + , por el Dios verdadero + , por el Dios santo + , por el Dios que ha amado tanto al mundo y a cada uno de nosotros, que nos ha dado su Hijo único,. a fin de que los que crean en él no perezcan sino que tengan la vida eterna. Cesa de engañar a las criaturas humanas y de derramar el veneno de la condenación eterna. Cesa de poner obstáculos a la libertad. Vete maestro de todo engaño, enemigo de la salvación de los hombres.
Humíllate bajo la poderosa mano de Dios. Tiembla y huye a la invocación hecha por nosotros del santo nombre de Jesús que hace temblar a los infiernos, al cual alaban las potestades y las dominaciones, y que los querubines y serafines alaban diciendo: Santo, Santo, Santo, es el señor de los ejércitos.

V. Señor escucha nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.

Dios del Cielo, de la tierra, de los Ángeles y Arcángeles, patriarcas, profetas, apóstoles y mártires, Dios de los confesores y de las vírgenes, Dios que das vida después de la muerte, y el descanso después del trabajo, dígnate librarnos de toda malicia de los espíritus infernales, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

De las asechanzas del demonio, líbranos Señor. Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia.

Gran y glorioso Príncipe de los Ejércitos Celestiales, San Miguel, el Arcángel, defiéndenos

"Porque para nosotros la lucha no es contra la sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos de las tinieblas, contra los espíritus de la maldad...." [Efes. 6: 12].

Ven y asiste al hombre quien fue creado en Su imagen y quien Él ha redimido de la tiranía del demonio a un gran precio.

El Pueblo de Dios os venera como su guardián y protector; a ti el Señor ha confiado las almas de los redimidos para que las dirijas al cielo. Ora, por lo tanto, que el Dios de la Paz aplaste a satanás y que ya él no pueda mantener al hombre en cautiverio y hacerle daño a Su Pueblo. Ofrécele nuestras oraciones al Más Alto, que sin demora ellas atraigan Su misericordia sobre nosotros; que Se apodere

"... del dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás, y lo encadene por mil años, y lo arroje al abismo que cerrará y sobre el cual pondrá sello para que no seduzca más a las naciones,..." [basado en Apoc. 20: 2-3].

En el Nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, fortalecido por la intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, del Bendito Miguel, el Arcángel, de los Benditos Apóstoles, Pedro y Pablo, y de todos los Santos, confiadamente nos aprestamos a la tarea de repudiar los ataques y engaños del diablo.

Salmo 67

"Dios se levanta; Sus enemigos son desbandados y esos que Lo odian, huyen ante Él.

Como el humo es expulsado, ellos son expulsados; como la cera se derrite ante el fuego, también los malvados perecen ante la presencia de Dios."

v. - Contemplad la Cruz del Señor, huyan las bandas de enemigos. Él ha conquistado. El León de la tribu de Judá. El retoño de David.

v. - Permite que Tu misericordia, Señor, descienda sobre nosotros. En proporción a nuestra Esperanza y Fé en Ti.

Te expulsamos de nosotros, quienesquiera que sean, espíritus sucios, todos los poderes satánicos, todos los invasores infernales, todas las legiones malvadas, asambleas y sectas; en el Nombre y por el poder de Nuestro Señor Jesucristo, + que sean extirpados y sacados de entre el Pueblo de Dios y de sus almas hechas a la imagen y semejanza de Dios y redimidas por la Preciosa Sangre del Divino Cordero. + Astuta serpiente, no te atreverás más a engañar a la raza humana, perseguir y atormentar a los elegidos de Dios y cernirlos como si fueran trigo. + El Dios Más Alto te ordena. + Él, con quién, en tu gran insolencia, todavía reclamas ser su igual...

"El cual quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad." [1Tim. 2: 4].

Dios el Padre te ordena. + Dios el Hijo te ordena. + Dios el Espíritu Santo te ordena.+ Cristo, La Palabra de Dios Encarnada, te ordena; + Él, quién para salvar nuestra raza perdida a consecuencia de tu envidia,

..."se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte" [Fil. 2: 8].

Él, quien ha construido Su Pueblo en la Roca firme de Cristo y declarado que las puertas del infierno no triunfarán contra el, porque Él residirá con Su Pueblo;

"Y mirad que Yo con vosotros estoy todos los días, hasta la consumación del siglo." [Mateo 28: 20]

La sagrada Señal de la Cruz te ordena, + como también lo hace el poder de los Misterios de la Fé Cristiana, + La Gloriosa Madre de Dios, La Virgen María, te ordena; + Ella, quién por su humildad y desde el primer momento de Su Inmaculada Concepción, aplastó tu orgullosa cabeza. La Fe de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y los otros Apóstoles te ordenan. + La sangre de los Mártires y la piadosa intercesión de los Santos te ordenan.

Por lo tanto, maldito dragón, y todas las legiones diabólicas, os ordenamos por el Dios viviente, + por el Dios verdadero, + por el Dios santo, + por el Dios que...

"...así amó Dios al mundo: hasta dar su Hijo único, para que todo aquel que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna." [Juan 3: 16];

...deja de engañar a las criaturas humanas y derramar sobre ellos el veneno causante de la condenación eterna; deja de dañar a Su Pueblo interfiriendo con su libertad. Vete, satanás, inventor y maestro de todas las mentiras, enemigo de la salvación del hombre.

Quítate del camino de Cristo en Quién no has podido encontrar ninguno de tus trabajos; dale su lugar al Santo Pueblo de Dios adquirido por Cristo al precio de Su Sangre. Rebájate por debajo de la toda-poderosa mano de Dios; tiembla y huye cuando invoquemos el Santo y Poderosísimo Nombre de Jesús, este Nombre, el cual causa al infierno que tiemble, este nombre al cual las Virtudes, Poderes y Dominios del cielo están humildemente sometidos, este nombre el cual los Querubines y Serafines alaban incesantemente repitiendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, el Dios de los Ejércitos.

v. - Oh, Señor, oye mi oración. Permite que mi plegaria llegue hasta Ti.

v. - Que el Señor este contigo. Y con vuestro espíritu.

Oremos... Dios del cielo, Dios de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes, Dios que tiene el poder de dar vida después de la muerte y descanso después del trabajo, porque no hay otro Dios más que Tú y no puede haber otro, porque Tú eres el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, cuyo reinado no tendrá fin, nos postramos humildemente ante Tu Gloriosa Majestad y Te rogamos que nos liberes con Tu Poder de toda la tiranía de los espíritus infernales, de sus trampas, sus mentiras y su furiosa maldad. Propicia, oh, Señor, que se nos otorgue Tu poderosa protección y nos mantengas seguros y saludables. Te lo rogamos en Nombre de Jesucristo nuestro Señor.

¡Amén!

De las trampas del demonio, libéranos, ¡oh, Señor!

Que Tu Pueblo Te pueda servir en Paz y Libertad, Te rogamos que nos oigas, Señor.

Que aplastes a todos los enemigos de Tu Pueblo, Te rogamos que nos oigas, Señor.

[Agua bendita se salpica en el lugar en donde se pronuncia la oración.]


Concluimos rezando...

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla, Sé nuestro amparo contra las perversidades y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno, por el Divino Poder, a satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas.

¡Amén!

HIMNO DE LAUDES
AL SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día.

Aunque espíritu invisible, se que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones y cuenta todos mis pasos.

En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho tus alas de nácar y oro.

Ángel de Dios, que yo escuche tu mensaje y que lo siga, que vaya siempre contigo hacia Dios, que me lo envía.

Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía.

En presencia de los Ángeles, suba al cielo nuestro canto: gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Salmo 67.

Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los que le odian.

Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos ante Dios.

Salmo 34.

Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí.
Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte.
Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición.
Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate.
Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron trampas mortales.
Que les sorprenda un desastre imprevisto,
que los enrede la red que para mí escondieron;
que caigan en la misma trampa que me abrieron.
Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

Súplica a San Miguel Arcángel.

Gloriosísimo príncipe de la milicia celestial, Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha que mantenemos combatiendo "contra los principados y potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso, contra los espíritus malignos esparcidos por los aires" (Ef. 6, 12). Ven en auxilio de los hombres que Dios creó incorruptibles a su imagen y semejanza (Sap. 2, 23), y a tan "alto precio rescatados" (I Cor. 6, 20) de la tiranía del demonio. Con las huestes de los ángeles buenos pelea hoy los combates del Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra sus ángeles apóstatas. Ellos no pudieron vencer, y perdieron su lugar en el Cielo. "Fue precipitado el gran dragón, la antigua serpiente el denominado diablo y Satanás, el seductor del universo: fue precipitado a la tierra y con él fueron arrojados sus ángeles" (Apoc. 12,.8-9).

He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de "ángel de luz" (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad: el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades.He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia. Disfrazado de "ángel de luz" (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar, con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad: el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la lujuria, de todos los vicios e iniquidades.

Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. Oh invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que le atacan y dale la victoria.

La Iglesia te venera como su guardián y patrono, se gloría que eres su defensor contra los poderes nocivos terrenales e infernales; Dios te confió las almas de los redimidos para colocarlos en el estado de la suprema felicidad. Ruega al Dios de la paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, para que ya no pueda retener cautivos a los hombres y dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras oraciones al Altísimo, para que cuanto antes desciendan sobre nosotros las misericordias del Señor (Salmo 78, 8), y sujeta al dragón, la antigua serpiente, que es el diablo y Satanás, y, una vez encadenado, precipítalo en el abismo, para que nunca jamás pueda seducir a las naciones (Apoc. 20).

Después de esto, confiados en tu protección y patrocinio, con la sagrada autoridad de la Santa Madre Iglesia, nos disponemos a rechazar la peste de los fraudes diabólicos, confiados y seguros en el Nombre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor.

He aquí la Cruz del Señor, huid poderes enemigos.

R. Ha vencido el León de la tribu de Judá, la raíz de David.
Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros.
R. Como lo esperamos de Ti.
Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).

Oremos. Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo Nombre y suplicantes imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión de la Inmaculada siempre Virgen María Madre de Dios, del Arcángel San Miguel, de San José Esposo de la Santísima Virgen, de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes prestarnos tu auxilio contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos que vagan por el mundo para dañar al género humano y para la perdición de las almas. Amén.